martes, 27 de noviembre de 2012

De que le trabajan, le trabajan.


Hablemos de actores badass: ¿cuál es el más fuerte? ¿cuál el más varonil? ¿cuál el más convincente?

Mas interesante: ¿cuál es el que tiene más películas?

¿Quieren saber cuál es?

Estoy escribiendo el artículo para Letras con Pelotas. Cuando lo termine, podrán leerlo aquí ... si no hay link, es que aún no lo publicamos, duh! (Adendum: este es el link al artículo ya publicado. La lista que están por leer cambió un poco, pero allá pueden leerla completa).

Pero mientras publicamos, vayamos estableciendo un par de detalles. Cuando me puse a investigar, recurrí a los actores de acción típicos. Conforme ahondé, me dí cuenta de que los más comunes no son, ni de broma, los que juntan más películas. Consideren esto una pequeña lista de los actores de acción con más películas en su haber:

#15 Chuck Norris.
Conocido por: chistes en internet.
Ni con todos sus chistes pudo alcanzar un lugar más digno. Únicamente 38 películas. Supongo que no todo se arregla con una patada voladora.


#14 Arnold Schwarzenegger
Conocido por: el estado de California.
Después de ser un bárbaro, un agente secreto, un padre desesperado por un juguete, únicamente se queda con 49 películas. He won't be back.


#13 Sylvester Stalone
Conocido por: tener la boca chueca.
Con papeles emblemáticos con nombre cliché de los 80´s como John Rambo, Rocky Balboa, Lincoln Hawk o Marion Cobretti, se supera a sí mismo con Angelo "Snaps" Provolone. Sólo 64 películas.


#12 Clint Eastwood
Conocido por: sentirse con suerte, punk.
No se puede hablar de las películas de vaqueros sin mencionarlo. No se puede hablar de las películas de policías sin mencionarlo. No se puede hablar de películas de guerra sin mencionarlo. Sólo no mencionen que apenas tiene 68 películas.


#11 Liam Neeson
Conocido por: haber entrenado a Obi-Wan Kenobi Y a Batman.
Con toda mi simpatía por haber puesto en su lugar de una cachetada a Orlando Bloom y por grandes persecuciones en Europa, Liam Neeson no se salva de éste lugar ni con todos los judíos a los que salvó. Sólo 88 películas.


#10 Bruce Willis
Conocido por: [spoilers!] estar muerto todo el tiempo.
Sigo preguntándome cómo es que Demi Moore prefirió a Ashton Kutcher... ah, si, sólo 93 películas.


#9 Chow Yun-Fat
Conocido por: Montones de películas de las que no tengo la menor idea de cómo se pronuncian.
El Tigre y el Dragón es una gran película, pero su balance general queda en cero por haber sido el Maestro Roshi en esa versión de Dragon Ball que nadie quiere recordar. Por lo menos, finalmente rompimos la centena: 107 películas.


#8 Jackie Chan.
Conocido por: hacernos reír con las escenas fallidas en los créditos.
Habiendo hecho a Passepartout, personaje que también hiciera Cantinflas (que no era actor de acción, por eso no está en la lista, pero, 51 películas, por si tenían curiosidad), y con la capacidad de encontrar mujeres asiáticas con las cuáles hacer pareja, así fuera a mitad del Seregeti, Jackie Chan alcanza un muy digno número de 113 películas.

Estos son los actores con más películas en su haber, posiciones 15 a 8.

Un adelanto: Christopher Walken, conocido por bailar sin gravedad en los hoteles, y quién, si se lo pides amablemente sale hasta en tu video escolar, fue mi primera apuesta por el actor de acción con más películas. Lejos estaba yo de imaginar que dificilmente llegó al séptimo puesto.

Los otros seis son grandes actores de los que, estoy seguro, han visto en más de una película.

El primer lugar casi triplica las películas de Walken, y estoy absolutamente seguro de que quedarán sorprendidos cuando sepan quién es.

Los dejo entonces, me voy a seguir escribiendo el artículo.




lunes, 19 de noviembre de 2012

De las historias cotidianas.

El miércoles pasado publiqué en Letras con Pelotas una lista de anécdotas curiosas de la ciudad. Cosas ligeramente extraordinarias de lugares cotidianos. Pueden echarle un ojo aquí.

Éste tipo de artículos (donde comienzas con mucha información que debe confirmarse, después agruparse, dársele forma y formato final de lectura) me gustan bastante. Suele llevarme por caminos que nunca sospeché. Muchas de las veces comienzas escribiendo con un tema en mente, con un título o una concatenación de ideas, pero, igual que un buen escultor, que sólo quita lo que le sobraba a la piedra, escribir un buen artículo es sólo darle palabras para que el artículo mismo termine diciéndote de qué es y qué va a decir.

El gran problema es que por el mismo flujo del artículo muchas veces tienes que recortar información o quedarte con piezas que no entraron en al versión final.

Para el citado artículo, por ejemplo, me faltó dejarles este mapa como referencia. Es un comparativo de cómo ha crecido la Ciudad de México a través de los siglos.

Existía una mención al Fantasma de Canterville (Oscar Wilde, 1887). finalmente se eliminó, pero, si no lo han leído, háganlo; esta historia seria una gran influencia para las películas gore de finales del siglo pasado, aunque haya sido escrito a finales del antepasado.

Finalmente, para terminar con los ejemplos, comentaba acerca de la canción Corazón de Neón. La mayoría de la gente conoce la versión de La Orquesta Mondragón:


Pero existe también una versión por Lolita Cortés.



Sin embargo, la canción es original de Joaquin Sabina (aquí con Andrés calamaro) .


Consideren esto un Special Feature de la edición de lujo del DVD o Blu ray. O, si son un poco mayores, el Bonus Track de un disco edición internacional. Veremos el subir comentarios y notas de los siguientes artículos.

Por aquí ando, escribiendo.



sábado, 10 de noviembre de 2012

YYY... estamos de vuelta.

Dice la fecha aquí arriba, al compararla con la fecha de la entrada anterior, que han pasado  dos meses desde que escribí algo aquí. Si no fuera porque las fechas no mienten, no creería que han pasado arriba de un par de semanas.

La mera verdad es que me la he estado pasando muy bien en nuestro proyecto, y, entre la organización, el ver cómo va creciendo y lidiar con todos los nuevos problemas de los que ni idea tenía, no he encontrado tiempo de calidad para escribir aquí.

Bueno, algunas veces, cuando no encuentras tiempo, tienes que hacerte tiempo. Por eso escribo desde el comedor de mi oficina (aunque lo suba por la noche). 

Obviamente no todo ha sido miel sobre hojuelas. Parece ser que los escritores de este sitcom que es mi vida, decidieron que a casi todos los personajes importantes nos iría mal durante Octubre. Aún así, encontramos cosas interesantes qué decir y contar. Y, finalmente, poco a poco fuimos encontrando razones para seguir echándole ganas.

...malditos escritores.

Pero me desvío. Déjenme contarles algo medio curioso: por mi trabajo, tiendo a ser ligeramente neurótico con los procedimientos, resultados y agendas. Tengo una firme convicción (mis allegados dicen que raya en el desorden obsesivo compulsivo) de que pocas cosas existen que sean más importantes que el compromiso con la tarea que uno se impone. En otras palabras, las cosas se hacen bien o no se hacen.

Eso suele traer problemas cuando me veo obligado a trabajar en equipo con gente que tiene un nivel de compromiso más... casual. Más de una vez he preferido cargar con un proyecto a cuestas yo solo, que confiar en gente que no me parece igual de comprometida. Como ya he expresado antes, esa es una de las cosas por las que amo mi trabajo actual, porque trabajo con gente al mismo nivel de compromiso (a veces pienso que más...'chesenfermos).

Hace algunos años, allá por el lejano 2000, tuve la oportunidad de colaborar en la formación de un grupo muy dinámico y con gran potencial. El Dado Norte fue una gran época en mi vida, y, hasta el día en que hube de dejar el grupo, fue una de las mejores experiencias creativas en las que he participado.

Aunque gran parte de ese grupo se transmutó en lo que hoy es Letras con Pelotas (más otros nuevos colaboradores), mentiría si dijera que somos el viejo grupo. Letras con Pelotas es algo muy diferente de lo que fuimos, por el mero hecho de que ninguno de nosotros es la persona que fue hace 10 años.

Aunque siempre estaré orgulloso de todo lo que hicimos en esos ayeres, he llegado a la conclusión de que, si en ese entonces, hubiéramos intentado algo cercano a lo que estamos haciendo hoy, simplemente no hubiera prosperado.

Mi sentir es que ninguno de nosotros tenía realmente la experiencia, el colmillo, la madurez, o siquiera algo interesante que contar. Éramos pues, aún muy jóvenes y no poseíamos una perspectiva completa de muchos de los temas que estaremos hablando.

Incluso tengo la teoría que tampoco estaba capacitado antes de dejar Clavería.

No pretendo decir que soy o no un buen escritor. El llegar a serlo es un proceso largo. Creo que voy por buen camino, pero eso no significa ni por error que ya esté en la meta. Me gustan mis escritos. Sé que existe gente a la que le gustan mis escritos, pero creo que son sólo escalones de una escalera mucho más grande.
Veremos cómo se desarrolla el proyecto. Procuraré irles platicando aquí la visión desde la cabina de control, pero recomiendo muy fuertemente que vayan al sitio y le echen un ojo a los otros colaboradores. Todos tienen algo interesante que contar, y todos tienen su propio estilo para contarlo.

Como dijera Ariel Roehuesos: gracias por leer, y gracias por leernos.