domingo, 5 de febrero de 2017

Ding! (Edición 2017)

Una vez limpiadas las telarañas y los seis centímetros de polvo en este blog, me propongo escribir.

En realidad sólo tuve que acordarme de la contraseña.

Ojalá mi casa se limpiara igual.

Bueno, no habiendo tocado este blog desde el 2014 (jodido año en lo que a mí correspondió) y atrapados entre el 2016 y el 2017, me permito continuar con este rito olvidado.

Este año tengo mucho que agradecer: 

  • Ver crecer a Luna, Leonardo, Gabriel y Alicia de algún modo mantienen mi fe en un futuro hipotético en el que no fregamos al planeta y no instauramos una política de sacrificios anuales para divertimento de los poderosos.
  • Tengo que agradecer que pasé este año completo desarrollando programas cada vez más interesantes. Sin duda, muchos niveles ganados en mi Skill: [Programming]. El que esos programas funcionen, ya es otro show.
  • No los aburriré con todo lo que nos tocó vivir, sólo diré que nada hubiera sido posible sin mi equipo de trabajo. Gracias, Abiam y Rogelio.
  • Pese a las distancias y cambios sociales, mi familia sigue conmigo. Desde lugares tan lejanos como Silao, o peor, Contreras, hemos encontrado el modo de no perdernos. Ni siquiera intentaré describir la importancia que tienen ustedes en mi vida; ustedes ya la saben. Gracias, Eva y Ricardo.
  • El ánimo que me envían continuamente desde Gdj es, en gran medida, lo que me ha permitido seguir ganando proyectos en mi trabajo. Muchas Gracias, Mayra y Luna.
  • Por todo el apoyo moral durante el año, gracias, Felipe.
  • Este año hubo buen rol y lo hubo tanto como las agendas lo permitieron. Mi banda sigue conmigo a pesar de todos los años que han pasado. Con grandes historias atrás y grandes proyectos adelante, un gran abrazo para la mesa completa. Gracias, Javier, Óscar, Ana, Gastón, Felipe, Jaime.
  • Aunque no lo sepan, mi hermano, mi cuñada y mi sobrino han sido mi cable a tierra más de una vez. Gracias, Japhet, Yadira y Leonardo.
  • Por todas las tardes de café que me han ahorrado un terapeuta, mil gracias, Ana.
  • Por todas las excusas que me han brindado para seguir blanqueando mi percudida alma, gracias, Pony y Caro.
  • Por los escasos, aunque profundos buenos momentos, gracias, Gastón, José Luis y Yazmin.
  • Por todo, gracias, José Reynaldo.
  • Finalmente: las relaciones humanas son complejas y confusas. No hay un manual actualizado confiable ni tampoco tutoriales bien editados y sin comerciales en Youtube. Algunas veces, sin embargo, caen sorpresas tan grandes que te dejan pensando por días el cómo agradecerlas. Al final, te das por vencido, aceptas que te dejaron sin palabras y  sólo dices "gracias". Así que: Maya, como decimos aquí, "Te volaste la barda". Gracias. 

Para este 2017 sólo tengo un deseo: si alguien salvó a finales del 2015 podría pasar el .save? creo que hablo por (casi) todos cuando digo que deberíamos regresar a ese punto en el tiempo y corregir todo lo que salió mal.


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