domingo, 23 de enero de 2011

Freebird!!

Un poco de background: conocí a Ricardo allá como por el 97. En la DragonCon si recuerdo bien. Una convención de comics organizada en el centro de convenciones que está en La Fragua. Desde entonces con mayor o menor presencia se ha mantenido en mi vida como un gran amigo.

Pero, como no todos nuestros amigos pueden ser compatibles en todo, Ricardo es -casi- el peor videojugador que jamás haya visto.

Hace unos seis años, en los días del Burnout Takedown, entre la presión y el cansancio terminó rompiéndome un control Dualshock 2. Presionaba tan fuerte el stick izquierdo (el volante), que literalmente lo sumió dentro del control. De ahí, mas o menos, terminó estableciéndose un acuerdo callado de no soltarle un control de juego.

Varios años después, ya en Clavería decidimos juntarnos para jugar Gears of War (aún el primero), o algun otro juego multiplayer, salvo que en esa ocasión decidimos hacerlo a la antigüita, es decir, no en línea, sino sentados todos en la misma sala. Eva, Felipe y Jaime estaban, porsupuestamente, invitados.

Como siempre, también invitamos a Ricardo, pero, contrario a todas las otras veces en que organizamos juegos de ese tipo, aceptó la invitación.

Tarde o temprano, Jaime, Ricardo y yo terminamos en Call of Duty 4. Para ese momento uno de los multiplayers mas salvajes por ritmo y velocidad.

Pero, admitamos, tanto Jaime como yo teníamos ya bastante experiencia en el arte del FPS. Jugar de par a par contra Ricardo hubiera sido injusto, así que decidimos designarlo "Especie Protegida". mientras que Jaime y yo éramos blancos legales, Ricardo no. Eso le dio un matiz mas apropiado, aunque lo complejo era saer cuál era Ricardo y cuál no. hasta que mirabas a un jugador dando vueltas a mitad del campo abierto sin aparente propósito o razón. Ese, usualmente, era Ricardo. Lo complejo no era cazar a Jaime. Lo complejo era cuidar que los RPGs no alcanzaran a Ricardo.









Se necesitaron muchos de estos... y un Ricardo.


Ahora, algun par de años adelante, el Rockband llegó a nuestras vidas, y Ricardo estuvo conmigo y con Eva al desempacarlo y formar la (muy localmente) famosa banda de los Maechanophïliks. Y sin embargo, pese a su enorme cultura musical, simplemente fue incapaz de darle a dos notas juntas.

Sin embargo es nuestro amigo, y por ello, lo queremos y aceptamos, aunque sea, como dirían los políticamente correctos: con capacidades de videojuego diferentes.

Conforme Eva y yo avanzamos en el Rockband nos encontramos con algunas bandas que, ya en términos de juego, preferimos jamás volver a tocar. Freezepop y, curiosamente, The Police hasta arriba de la lista.

No se si sea su sabor a Jazz, o la canción en sí misma, pero cuando Next to you llegaba a colarse a la lista de reproducción solía simplemente botarnos tras unos cuantos fallidos por tocar una canción que nomás nunca nos gustó, ademas de parecernos por demás compleja. Mas de una vez me encontré deseando que estuviera disponible un pack de N.W.A. solo para poder corear Fuck da Police!

Vino después el Rockband 2, el Rockband Lego, el Rockband Beatles y con todos ellos, una gran cantidad de horas dedicadas a reuniones de viernes o sábado con cerveza y rock en instrumentos de plástico. Clavería se convirtió en el escenario favorito y la manta que hicimos se quedó en la sala de juegos por mucho tiempo.




be-be-bear to the bone!



Por ese escenario desfilaría una gran cantidad de flora y fauna rockera y no tanto, pero el ambiente siempre valió la pena. Y sin embargo, cuando Black Hole Sun sonaba y despedíamos la noche con un "BUENAS NOCHES CLAVERIAAAAAA!", cuando los asistentes comenzaban a despedirse, o a buscar dónde dormir, cuando los oidos se quedaban zumbando mientras se acostumbraban a no oir nada, seguía siendo evidente que Ricardo no era exactamente el lead performer, ni siquiera con el micrófono en easy.

Lo que de todos modos no significaba que lo botaríamos de la banda a lo Pete Best, menos aún a lo Dave Mustaine, y, por supuesto, menos aún a lo Cliff Burton, aunque siempre quedó abierta la opción de que dejara la banda a lo John Bonham.

Y pues así pasamos los años restantes en Clavería, rockeando en instrumentos de juguete y armando buenos viernes de cerveza y rock. hasta que el tiempo de mudarse llegó y un par de semanas antes de la mudanza armamos el concierto final.

Y en ese concierto final, casi sobre las últimas canciones, Ricardo tomó el micrófono para cantar Next to you. Con un sólido 98% nos dejó a Eva y a mí con la boca abierta. Cómo llegó ahí, en qué momento obtuvo la habilidad de seguir un ritmo, o simplemente si no era Ricardo y en su lugar era un clon dejado por los extraterrestres que lo raptaron, es algo que aún no hemos podido resolver.

A la fecha hay canciones que me cuesta mucho trabajo escuchar: Como te va, mi amor, de Pandora, me recuerda el temblor del 85. Cualquier canción de los Carpenters me recuerda mas de lo que quisiera a mi madre. Puente, de Gustavo Cerati me recuerda tiempos muy fríos en mi vida. Laid, de James, me recuerda los buenos días de Clavería.

Hace muy poco escuché Next to you. Ya no es la canción molesta que tan temida era en Rockband. Ahora es el epílogo de una época muy chida.

1 comentario:

  1. Y vaya ke si los jolgorios de Claveria son tan buenos asi como la fauna ke recorrio por esos lares...falta ver coom resulta la inauguracion del C.C Tecamac...

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